El sistema inmunológico es la defensa natural del cuerpo contra diferentes tipos de invasores (como virus, bacterias, toxinas, etc.).
Mediante un sistema conocido como respuesta inmune, tu cuerpo ataca a los organismos y sustancias extrañas que lo invaden y causan enfermedades (a estas sustancias que provocan una respuesta inmune, se les conoce como antígenos). Esto lo hace por medio de células conocidas como glóbulos blancos, que son de dos tipos básicos (fagocitos y linfocitos) que, al combinar sus funciones, reconocen, encuentran y destruyen las sustancias u organismos invasores.
Al mismo tiempo, se producen anticuerpos, que son proteínas especializadas que sirven para identificar antígenos específicos, por lo que cuando diferentes invasores ingresan a tu cuerpo, se generan defensas específicas contra cada uno de ellos, y además, el sistema inmunológico guarda una copia de estos anticuerpos, previniendo futuros incidentes.
El sistema inmunológico es sumamente inteligente, y va "aprendiendo" a lo largo de la vida, por eso al llegar a la edad adulta, cuando ya hemos estado expuestos a una infinidad de antígenos, nuestro sistema inmune se ha vuelto mucho más resistente. A esto se le conoce como inmunidad adaptativa (o adquirida). Es por ello que enfermedades como la varicela se contraen una sola vez, ya que tu cuerpo guarda una copia del anticuerpo contra esta enfermedad, ya es inmune.
¿Te habías imaginado alguna vez que tú cuerpo era tan asombroso e inteligente como para generar defensas contra lo que nos rodea? Ahora, sabiendo todo esto, ¿te imaginas que pasaría si tu sistema inmune llegara a fallar?
Cuando esto sucede, se desarrollan diferentes tipos de trastornos, como inmunodeficiencia, autoinmunitarios y alérgicos, generando diferentes tipos de enfermedades y padecimientos como: enfermedad celíaca, diabetes tipo 1, artritis reumatoide, lupus, esclerodermia, asma, alergias y, en casos extremos, incluso cáncer. Factores genéticos, así como la edad, obesidad, alcoholismo y una mala alimentación han sido asociados con este tipo de trastornos.
Pero no te preocupes, la ciencia ha demostrado que cierto tipo de micronutrientes como el selenio, hierro, cobre, zinc, glutamina, aminoácidos ramificados y las vitaminas A, C, D y E ayudan a reforzar el sistema inmune, ya que favorecen la producción de células de defensa. Todos estos nutrientes los puedes obtener a través de una dieta balanceada donde incluyas frutas, verduras, así como pescado, frutos secos, legumbres e incluso probióticos. También el hidratarte correctamente, dormir al menos 7 horas al día, disminuir el consumo de tabaco y alcohol, en conjunto con la actividad física, son factores que también ayudan a fortalecer el sistema inmune.
Actualmente, existen diversos suplementos alimenticios que ayudan a reforzar tu sistema inmunológico complementando tu dieta diaria. En Vitary podrás encontrar Proflavanol® C100, del cual ya hablamos en posts anteriores, y que tiene una alta relevancia por su alta concentración de Vitamina C (de las mayores en el mercado por toma), el extracto de uva y sus antioxidantes, un refuerzo que va directo al sistema inmunologico. También se recomienda el Probiotic®, que tienen un efecto directo en el sistema digestivo, apoyando una absorción de nutrientes mucho más efectiva.
Referencias:
· Newman, T. (2018). How the immune system works. Medical News Today. Recuperadode: https://www.medicalnewstoday.com/articles/320101
· Torres Y., Bermúdez V., Garicano C., Villasmil N., Bautista J., Martínez M.S., Rojas-Quintero J. (2017). Desarrollo del sistema inmunológico ¿naturaleza o crianza? Archivos Venezolanos de Farmacología y Terapéutica, 36(5),144-151. https://www.redalyc.org/pdf/559/55954942005.pdf
· Cañarte A., J., Anzules G., J., Uscocovich A., A., Bravo M., M., Zambrano M., S., Bello M., V., Vázquez Y. (2018). Importancia de la inmunología como ciencia. Ciencia digital. 2(3). pp. 28-49.
· Segurola G., H., Cárdenas L., G., Burgos P., R. (2016). Nutrientes e inmunidad. Nutrición Clínica en Medicina. X (1). pp. 1-19.
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